X. Hokku Durante el tiempo que tuvo de vida el taller de haiku urbano llamado Asfalto Mojado, los miembros participaban de muy diversas formas; a veces, simplemente exponiendo sus trabajos con tal de que otros miembros los comentaran. Otras, componiendo haiku a partir de una imagen que se presentaba en la portada del sitio, o a través de una palabra asignada a la manera del kukai -en lo cual devino el sitio-. Incluso, se podía participar en silencio por el simple hecho de seguir periódicamente lo que cada quien expresaba.
El ambiente fue siempre de mutuo respeto. Nadie trataba de imponer una opinión sobre los demás, si bien en ocasiones surgían discusiones por demás acaloradas. Lo cierto es que siempre se procuraba llegar a un punto en que todos los interesados salieran ganando algo que no se tenía al principio.
La premisa fundamental del taller era que no había verdades absolutas en torno a lo que cada quien estaba buscando. Explorar el haiku en las ciudades no suponía una tarea fácil partiendo de que ya la naturaleza del haiku es a ratos compleja. Independientemente de que las moderadoras del taller habían demostrado cierto dominio de los temas, su función era ante todo mostrar las cosas lo más nítidamente posible y sobre la marcha cada quien iba sacando sus propias conclusiones.
El clímax del taller tal vez fue alcanzado cuando se organizó el primer renga, dinámica en la cual -según un número de participantes inscritos- todos contribuyeron con sus versos hasta completar la cifra pactada de 36 stanzas con una secuencia de temática previamente definida. Todavía recuerdo que, para mi sorpresa, me invitaron a componer los versos de inicio, mejor conocidos como hokku. Fue un honor.
A continuación transcribo tal cual los resultados de aquella primera experiencia, en donde seguro que reconocerán algunos nombres de nuestra comunidad, a los cuales de paso agradezco por seguir contribuyendo a este noble oficio del haiku. Enhorabuena.
1er Renga Urbano
Del 08-11-04 al 04-12-04 (12 participantes)
H. Hokku - Stanza de inicio A. Ageku - Stanza final
asfalto seco
una pluma de tórtola flota en la fuente (i.)
la primera llovizna
llega a los otros bancos (j.b)
el barrendero
en la plaza desierta sopla la brisa (c.)
luces en los hogares
salpican las fachadas (m.)
los gatos pardos
cruzan de techo en techo bajo la luna (s.)
Camiones de limpieza
por calles y avenidas. (mn.)
una sirena
espanta a los gorriones de viejos árboles (g.)
Vuelan palomas blancas
nubes de terciopelo. (a.s.)
Hoy es noviembre,
las nubes se aborregan como en invierno. (a.l.)
blancas bragas al viento
rindiendo la ciudad (f.)
Bajo el alero
un nido ya vacío de golondrinas (ca.)
frío día el de hoy
poca gente en el bus (cl.)
un celador
y dos enamorándose qué duermevela (j.b.)
los maullidos de celo
vienen de un callejón (c.)
cientos de insectos,
luna sobre el tejado junto al farol. (m.)
en cada paso suena
la acera llena de hojas (s.)
Licor y ruido,
la juventud alterna en plena calle. (mn.)
vagan medio borrachos
mendigos con cartones (g.)
Camina lento,
canas en su cabeza, duelen los años. (a.s.)
Pureza en su cabello,
la luna se refleja. (a.l.)
Destellos de ámbar
La ambulancia en silencio Frente al colegio. (f.)
No habrá clase este día.
Se ha cerrado el colegio. (ca.)
Voces de niños
entre los edificios, ecos distantes. (cl.)
estampas y herraduras
colgadas tras la puerta (j.b.)
pintan los muros
bichos en plena huída de sus rincones (c.)
brilla entre las losetas
una moneda cobre. (m.)
con desespero
la mano de un peatón haciendo señas (s.)
Ni taxi ni autobús,
la luna de testigo. (mn.)
grupo de jóvenes,
las aves en sus nidos, ruido de motos. (g.)
Una moto veloz
pasa por la avenida. (a.s.)
Se ha puesto el sol,
la gente que se duerme no ve la luna. (a.l.)
el aullido de un perro
por las calles mojadas (f.)
Cae la lluvia,
la gente corre bajo los soportales. (ca.)
otra arcada de neón
sostenida con gárgolas (j.b.)
últimas gotas
entre losetas viejas destacan flores (c.)
al patio de la casa
llega la primavera (m.) Israel López Balan
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