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Haikus individuales
1
¡ 30 puntos !
Alfonso Cisneros Cox (Lima, Perú) Un charco: la calle inundada de cielo. |
Genaro Ortega Gutiérrez (Barcelona, España) Un cigarrillo. Pero ha durado menos el aguacero. |
Anibal Beça (Amazonas, Brasil) Anochecer en la vega: regresan los búfalos con la luna a cuestas. |
Carlos Fleitas (Montevideo, Uruguay) ciruelo en flor oculto entre tus hojas crece el otoño |
Alfonso Cisneros Cox (Lima, Perú) |
Genaro Ortega Gutiérrez (Barcelona, España) |
Carlos Fleitas (Montevideo, Uruguay) |
Carlos Correa (Santiago, Chile) "Eleanor Rigby Haikus" |
Luisa Arellano (Cáceres, España) Aire amarillo envolviendo el silencio junto a la hierba. |
Es un poema de varios niveles de conciencia, a pesar de ser una pincelada esencialmente simple. Yo lo interpreto así: la proximidad de la hierba torna amarillo al aire en medio de una quietud absoluta: el verdor de la hierba impone su imperio al universo. Un mero accidente de una cosa repercute en las esencias - todo sin palabras. |
Sergio Borao Llop (Zaragoza, España) El caminante encuentra carreteras hacia la nada. |
Nanook (Sevilla, España) En tu ausencia ante la buganvilla rosa toda la noche. |
Jorge Martínez Ruiz (Morelos, México) |
Combina admirablemente el aliento poético de piezas puramente objetivas con la reflexión filosófica de otros haikus. Se nota que ha plasmado instantes intensamente sentidos. Cuida la forma, sin ser esclavo de ella. Su léxico es tan selecto como natural. |
Lujo Berner (Murcia, España) |
Rafael García Bidó (Santo Domingo, Rep. Dominicana) |
Pablo Rodríguez González (León, España) Por mi ventana entran las estaciones por mi ventana |
Me encanta que use 5 sílabas (de las 17 del haiku) para reiterar el primer verso, como cierre. El sentido -tan japonés- de las estaciones está claro, y el autor se esfuerza en enfatizarlo, relacionándolo con nuestra personal percepción. |
Nabel (Vizcaya, España) Cima del monte en lo lejano busco tu voz no hallo. |
Dildit Pañuelo al viento, el murciélago insomne despide el día. |
Dildit |
Gran sentido del ritmo. Su atención se centra en elementos de la naturaleza, que conecta hábilmente con el mundo humano. Seleccioné tres haikus suyos para la decisión final. |
Jorge Martínez Ruiz (Morelos, México) |
Pablo Rodríguez González (León, España) |
En la selección he ponderado, de acuerdo con mi particular criterio, 1º la calidad poética; 2º la comunión con la Naturaleza; 3º la veladura del yo y 4º el rigor formal. No ha sido una tarea fácil, pero sí grata. La gran cantidad de haikus a considerar (casi 300), el número de autores (más de 60), la variedad de los lugares de origen: España, Sur, Centro y Norte América, Francia y Japón, dan testimonio de la creciente universalidad del haiku como forma de expresión poética así como también del poder de convocatoria de El Rincón del Haiku y de la amplitud de su zona de influencia. |
Dildit Entre sus alas mi verano al sur llevan las golondrinas. |
Alfonso Cisneros Cox (Lima, Perú) Un charco: la calle inundada de cielo. |
Álvaro de Tarfe (Madrid, España) ¡Qué alta y sola, entre la hierba, la amapola! |
Alfonso Cisneros Cox (Lima, Perú) |
Dildit |
Jorge Martínez Ruiz (Morelos, México) |
Básicamente, mi juicio se identifica con el de Cabezas García, pareciéndome
el mejor de los poetas que se presentan Jorge Martínez Ruiz. Parece
que en esto hay cierta unanimidad, puesto que también Rodríguez Izquierdo y Carlos
Spinedi lo galardonan (en segundo y tercer puesto, respectivamente). El segundo mejor poeta a mi juicio es Luisa Arellano con su magnífico
Aire amarillo
que resalta con justicia Cabezas García como el mejor haiku del certamen. Podría
serlo, aunque para ello debería medirse con un haiku que ha pasado sin pena ni
gloria (y por él me he decidido a escribir estas líneas):
envolviendo el silencio junto a la hierba.
A espaldas de la lluvia,
de Genaro Ortega Gutiérrez, autor que asimismo tiene un interesante haiku
acerca de un aguacero. Tampoco hay la menor mención a un magnífico haiku de
Mireia Pol:
desenredando hilos de marionetas.
Siesta de verano,
De Rafael García Bidó convendría no dejar escapar su haiku:
en la terraza aúllan los monos.
El desayuno.
Pido disculpas otra vez por opinar sobre un certamen que ya ha tenido lugar. Aunque
aparentemente el haiku pertenezca al mundo subjetivo de los gustos personales, en
realidad es algo objetivo como la noche y el día, y debemos todos irnos acercando
a esta belleza objetiva del haiku bien hecho.
En la silla de en frente se posa un cuervo. |