Pasó la niebla.
Ya se ve al jardinero
cortando el césped.
Jayer:
Hermoso haiku. Esclarecedora imagen del trabajo de un hombre hasta "vencer" la niebla.
Gio:
¡Felicitaciones, haiyín! Este haiku tiene una buena carga sorpresiva. La niebla siempre va a ser un buen elemento de misterio, el tercer verso encierra lo que despierta el momento haiku: el sonido y la duda de su procedencia. Me transmite buen humor.
Luelir:
¡Cuánta vida que no se ve por sólo la niebla! ¿Cuántas nieblas no nos dejan ver? La niebla pasa y se ve el césped cortado y a quien lo corta y... las otras nieblas, ¿también pasan? ¡Cuánto dejamos de ver!
Sartén pequeña,
me dice que hoy también
comeré sola.
Israel López Balan:
Momento puro que pese a su delimitación, es capaz de transmitir la emoción de su autora.
James Arkham:
El haiku como expresión de las pequeñas miserias de la vida; así es como debe ser. Me ha inspirado mucho.
Piedra del río,
fresca como si el agua
corriera dentro.
Playa de la Media Luna:
Es un haiku sensibilizante, gozamos al leerlo: de ese frescor que incorpora la piedra y que sin duda en su interior contiene al río.
Feral:
Al leer este haiku casi se siente la piedra en la mano y su tacto nos sorprende... tan sólida pero ¿impenetrable?
Buscando el mar
por el suelo un cangrejo.
Supermercado.
Luis Carril García:
Todo un cuento infantil condensado en 17 sílabas. Enhorabuena.
Maramín:
Una escena en la que el humor se une a la observación. Claro es que el cangrejo sólo busca huir de lo desconocido, y su instinto le hace buscar el agua.
Frutos Soriano:
Gracias, Palmira, por esta maravilla, que no me canso de leer, recordar, recitar.
Luis Corrales:
La evolución de los tres versos es muy clásica, dejando la sorpresa para el final. Sin embargo, el haiku surge en un supermercado, en el "aquí y ahora" urbano de todos los días.
Nos despedimos.
El viento arranca flores
de las acacias.
Eva Comas:
Este haiku me parece muy hermoso, me rindo ante su belleza, su tristeza y su ternura. Su sabor japonés.
Gregorio:
Me gusta esta escena de "adiós". Ellos se despiden y la naturaleza los acompaña arrancando flores. Las flores se caen con la despedida. Hay mucha armonía.